Protegiendo a las caminantes, en la frontera colombo ecuatoriana
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El proyecto “Proteger a las caminantes”, busca la protección y respuesta a las mujeres y niñas en contextos de movilidad humana en la frontera entre Colombia y Ecuador. Es liderado por ONU Mujeres y financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación – COSUDE, se implementa desde el año 2024.

En los últimos dos meses, hemos entregado 270 kits humanitarios en Ipiales y Pasto, con un enfoque prioritario en mujeres, niños y niñas, esta iniciativa no solo proporciona insumos esenciales como alimentos, artículos de higiene y abrigo, sino que también contribuye a fortalecer la protección, el acceso a derechos y la dignidad de quienes enfrentan enormes desafíos en su camino.
A través del proyecto “Proteger a las Caminantes”, se reafirma el compromiso con la seguridad y el bienestar de mujeres y niñas que transitan la frontera colombo-ecuatoriana. Más allá de la entrega de kits, se realizan sesiones formativas y de sensibilización sobre violencia basada en género y trata de personas, brindando información y herramientas fundamentales para su protección y empoderamiento. El objetivo no solo es atender sus necesidades inmediatas, sino también generar un impacto positivo y duradero en sus vidas.
“Este proyecto es fundamental para las mujeres en Nariño, ya que les garantiza acceso a la justicia y condiciones dignas durante su tránsito por la frontera colombo-ecuatoriana. Como casa albergue, hemos recibido dotaciones muy importantes, lo que nos permite ofrecer mejores condiciones a quienes acogemos. Además, las mujeres reciben capacitaciones, lo que fortalece su autonomía y contribuye al desarrollo de sus proyectos de vida”, así lo afirma Adriana Molina – Coordinadora Casa Albergue de la Gobernación de Nariño, Secretaría de Equidad de Género e Inclusión Social.
El impacto de estas acciones, orientadas a reducir los riesgos que enfrentan mujeres y niñas, se manifiesta en cada historia de resiliencia. A lo largo del año 2025, un total de 96 mujeres y niñas han recibido atención, encontrando en este apoyo una oportunidad para reconstruir sus vidas con mayor seguridad y autonomía. Cada testimonio refleja la importancia de continuar fortaleciendo estos esfuerzos, asegurando que más mujeres y niñas puedan acceder a espacios de protección y acompañamiento, donde se siente escuchadas, fortaleciendo su capacidad de reconocer sus derechos y solicitar ayuda cuando lo necesiten.
