Por los derechos humanos de las mujeres sordas: conozca el liderazgo de Stephany Ordoñez
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- Stephany Ordoñez es la presidenta de la junta directiva de la Fundación por la Juventud Sorda (Juvensor) que lleva 20 años trabajando en Nariño por los derechos humanos de las personas con discapacidad. Ella impulsa hoy por hoy el colectivo feminista de la organización para promover la prevención de violencias contra mujeres y niñas sordas para el fortalecimiento de su empoderamiento social.
- Hoy, en el Día Internacional de las personas con Discapacidad resaltamos su liderazgo en el marco de la campaña Únete que bajo el lema ‘Invertir para prevenir’ quiere generar consciencia sobre el flagelo de la violencia contra mujeres y niñas en toda su diversidad.
Stephany tiene 36 años y es licenciada de la Universidad de Nariño, desde los 14 años se enteró que por herencia tenía una discapacidad auditiva que no ha significado ningún impedimento para ella: su infancia transcurrió sin contratiempos entendiendo el mundo desde la lengua de señas que se la enseñaron sus padres. Su liderazgo es algo que se le da naturalmente, así como sus ganas de salir de los estereotipos y estigmas que culturalmente hay sobre las mujeres sordas.
Es así que desde muy pequeña hace parte de Juvensor. Uno de sus hermanos fue el primer presidente de esta organización y de ahí en adelante ha motivado a otras mujeres sordas a organizarse desde la juntanza, su gran anhelo es que más mujeres jóvenes conozcan sus derechos porque desde muy pequeñas han sido abusadas y jamás han podido contárselo a alguien.
“La cultura patriarcal ha reprimido tanto a las mujeres sordas que en muchas ocasiones por la vergüenza de sus familias ni siquiera tienen derecho a estudiar y viven toda su vida en las tareas del hogar o no tienen la posibilidad de estudiar la lengua de señas, por lo que quedan totalmente aisladas del mundo. Yo veo eso y me dan ganas de seguir trabajando cada vez más para que se erradiquen todas las violencias en contra de las mujeres”, comenta Stephany emotivamente.
Sus ganas de seguir trabajando por la comunidad sorda, específicamente por las mujeres, la ha llevado a capacitarse para formular proyectos e iniciativas que les permitan mayor autonomía e incidencia a las mujeres jóvenes sordas y a avanzar en la erradicación de las violencias contra ellas.
Un ejemplo de esto es que Juvensor es una de las organizaciones aliadas en Nariño de Cocreando la paz, una iniciativa liderada por ONU Mujeres, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con el apoyo del Fondo de Consolidación para la Paz y la Defensoría del Pueblo, que busca fortalecer el rol de las mujeres jóvenes en espacios cívicos como aporte a la construcción de paz. Esto ha llevado a que más de 4 mil mujeres jóvenes que hacen parte de 16 organizaciones en Nariño y Cauca, recibieran apoyo financiero, acompañamiento y asistencia técnica para el fortalecimiento de su incidencia política.
“Cuando ganamos la convocatoria para hacer parte de Cocreando no lo podíamos creer. Era un logro más para reivindicar el rol de las mujeres sordas en la sociedad. Este proyecto involucró a más de 20 mujeres para que fortalezcan su liderazgo, pero nace una idea que nos ha cambiado la vida y es el Colectivo Feminista de Juvensor”, manifiesta Stephany con gran emoción.
El colectivo lo conforman 35 mujeres como resultado de tocar varias puertas. Al principio solo eran cuatro mujeres sordas porque muchas familias no aceptan la lengua de señas o consideran que al ser mujeres con discapacidad corren muchos peligros en los espacios públicos, quedando relegadas de la participación en espacios de toda índole.
Este espacio de encuentro entre las mujeres que habitan la zona rural y urbana del municipio de Pasto les ha permitido conocer sobre las violencias basadas en género, a no normalizar la violencia o abusos en contra de ellas llevándolas a tener relaciones más sanas y a fortalecer su incidencia política.
“El proyecto fue todo un reto porque a través del colectivo feminista entendimos la necesidad de capacitarnos aún más y poder buscar experiencias de mujeres sordas para mujeres sordas. Habíamos pasado gran parte de nuestras vidas teniendo de referencia a la comunidad hablante y siempre nos preguntábamos nosotras por qué no lo podemos hacer. Esto nos motivó a seguir luchando, entendiendo que no hay imposibles y que la única discapacidad son los grandes sesgos de nuestra mente”, dice Sthephany.
“Hoy me considero una líder feminista. Mi gran sueño es seguir apoyando a muchas mujeres y que podamos tener una casa inmensa para que muchas personas se sientan como en su hogar. Tenemos derecho a la accesibilidad y desde Juvensor seguiremos trabajando por una vida libre y sin violencias”, puntualiza Stephany con gran orgullo de todo lo que han logrado a través de la iniciativa.
Cocreando la paz ha sido clave para poner en el centro la necesidad de impulsar espacios cívicos seguros que generen condiciones para el liderazgo de las mujeres jóvenes y el llamado a seguir promoviendo, desde la institucionalidad y la comunidad internacional la participación de las mujeres para la construcción de paz desde los territorios. Cocreando evidencia la resiliencia, el ingenio y el liderazgo de la juventud cuando se trata de crear un mundo mejor para todos y todas sin dejar a nadie atrás.