Más de tres mil personas beneficiadas con el proyecto "Cuidados para la paz. Somos para la vida"

• ONU Mujeres y UNICEF, con el apoyo del Fondo Multidonante para el Sostenimiento de la Paz, en asocio con la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (LIMPAL) y Juntos Construyendo Futuro (JCF) y en articulación con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), el Consejo Nacional de Reincorporación CNR Componente Comunes y la Misión de Verificación de Naciones Unidas, continúan la implementación del proyecto "Cuidados para la paz. Somos para la vida".
• El proyecto se desarrolla con enfoque comunitario en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Mutatá y Carrizal en Antioquia; Filipinas en Arauca; los Monos y el Estrecho en Cauca; Charras en Guaviare; Caracolí en Chocó; El Doncello en Caquetá; y La Reforma y La Guajira en Meta, estos últimos dos desplazados de su territorio en este momento.

Un pilar fundamental del proyecto «Cuidados para la paz. Somos para la vida» es generar reflexiones y nuevas narrativas alrededor del cuidado, la discapacidad, los proyectos de vida, la prevención de riesgos para niños, niñas y juventudes y la prevención de violencias basadas en género (VBG); lo anterior, permite impulsar la igualdad, la equidad en derechos y promover la convivencia. 

En todos los territorios se realizaron encuentros con las comunidades para la construcción de los Mapas y Planes Comunitarios de Cuidado, identificando las necesidades más importantes de ser abordadas en el marco de las actividades del proyecto y a través del Fondo de Inversión Material. En estos espacios participaron 636 mujeres, 49 de ellas en condición de discapacidad, así como 182 niños y niñas.

Avanzamos entre todas y todos

Para atender la prevención de violencias basadas en género (VBG), durante el primer semestre del año se puso en marcha la Escuela Feminista liderada por uno de los socios del proyecto, LIMPAL. Este espacio, se convirtió en un escenario de crecimiento para las firmantes de paz, en el que, a través de seis sesiones, se abordan temas como los feminismos, VBG, enfoque de género y las apuestas políticas de las mujeres.

Ana Lucia Rivera, firmante de paz, es una de las participantes de la Escuela Feminista y señala que para ella «este espacio es muy importante porque nos traen temas que no conocíamos, cada día me ayuda mucho a mí y a replicarlo con las otras mujeres». 

Asimismo, se dio inicio a los encuentros en los que se han generado espacios de diálogo e intercambio de experiencias entorno a la discapacidad e inclusión de estrategias de autocuidado, cuidado y cuidado colectivo. De este punto se resalta el convenio de cooperación con la Fundación Centro Integral de Rehabilitación de Colombia – CIREC-, con la cual se apoya el suministro de las ayudas técnicas a personas en situación de discapacidad tales como: prótesis, sillas de ruedas personalizadas y dispositivos visuales.

Gracias al trabajo articulado con la Universidad del Bosque, durante el segundo semestre se logró la realización del Diplomado en herramientas socio jurídicas para el abordaje integral de las VBG y contra las mujeres (VCM) en el que participaron 159 funcionarias y funcionarios públicos responsables en las rutas de atención de los municipios en donde tiene incidencia el proyecto. 

En clave de primera infancia y juventudes

Una parte esencial del proyecto, han sido las estrategias diseñadas para promover la participación de niños y niñas de primera infancia en experiencias alrededor del autocuidado y el cuidado compartido, liderado por otro socio del proyecto, la organización Juntos Construyendo Futuro. De este componente se han realizado 36 encuentros con niños y niñas y 36 encuentros con familias y cuidadores, capitalizando los espacios de cuidado existentes en el territorio de la mano de aliados estratégicos como los operadores de servicios de educación inicial del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). 

De igual manera, se han desarrollado 17 sesiones mensuales de asistencia técnica y fortalecimiento de capacidades en cada uno de los ETCR, en los cuales se han abordado, a través de diversas metodologías, temas como: el cuidado como derecho, cuando los niños y niñas cuidan de otros, el bienestar infantil y la sensibilidad del cuidador.

Con las y los jóvenes se han realizado 13 encuentros sobre prevención de riesgos específicos asociados a vinculación a grupos armados ilegales y grupos delictivos organizados:

prevención de suicidio, prevención del consumo de sustancias psicoactivas (SPA), prevención de VBG e identificación de narrativas de violencia hacia los y las jóvenes. También se han generado 40 encuentros de fortalecimiento de habilidades con los que niños, niñas y juventudes (NNJ) trabajan en aspectos clave sobre liderazgo, responsabilidad financiera, comunicación asertiva, innovación, emprendimiento y empleabilidad.

Adicionalmente se llevaron a cabo 20 encuentros de identificación y formulación de iniciativas juveniles, 14 sesiones de comunicación comunitaria para resignificar el territorio a partir de fotografías y notas periodísticas, y 6 encuentros bimensuales de fortalecimiento de capacidades con la institucionalidad.

Finalmente, resaltamos el posicionamiento de las discusiones comunitarias sobre el rol y la responsabilidad de los hombres en los trabajos de cuidado a nivel personal, familiar y colectivo. Estos avances son gracias a los 10 encuentros de masculinidades corresponsables en los que participaron 239 hombres y 240 mujeres. También, como parte del proceso, 134 hombres y 60 mujeres en condición de discapacidad, participaron en la construcción de modelos de cuidado en su comunidad.

Para garantizar la sostenibilidad del proyecto, ha sido fundamental contar con el talento humano de habitantes de los ETCR, firmantes del Acuerdo Final de Paz, así como de comunidades aledañas y en articulación con la Agencia Nacional para la Reincorporación (ARN), lo que ha significado una forma de vincular desde el territorio estas apuestas económicas y sociales a favor de la paz.

En los últimos meses, la implementación ha sido ajustada para adaptarse a las situaciones de contingencia que se han experimentado en cada uno de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR). Por ejemplo, se ha brindado acompañamiento en forma de entrega de kits humanitarios a la comunidad que se encontraba en el ETCR La Reforma -Georgina Ortiz- en el municipio de Granada (Meta), así como el ETCR La Guajira -Mariana Paez- anteriormente ubicado en el municipio de Mesetas (Meta). Estos esfuerzos de adaptación se han centrado en responder a las afectaciones derivadas de situaciones humanitarias, como el desplazamiento forzado.

"Cuidados para la paz. Somos para la vida"

El proyecto ha vinculado a más de 20 personas como puntos focales y facilitadores del trabajo territorial, la mayoría de ellas y ellos firmantes de paz.  Igualmente, ha sido un acierto la estrecha articulación a nivel nacional y territorial de los equipos del proyecto con la ARN, el Consejo Nacional de Reincorporación CNR Componente Comunes y la Misión de Verificación de Naciones Unidas, con los equipos de tierras y vivienda, comunicaciones, género de las entidades.  

Este proceso ha sido posible gracias a ONU Mujeres y UNICEF, en asocio con la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (LIMPAL) y Juntos Construyendo Futuro (JCF), en articulación con la Agencia Nacional para la Reincorporación (ARN), el Consejo Nacional de Reincorporación CNR Componente Comunes y la Misión de Verificación de Naciones Unidas, con el apoyo del Fondo Multidonante para el Sostenimiento de la Paz. 

A junio de 2023, el proyecto ha contado con la participación de 1.656 mujeres, 1.159 hombres, 314 niñas, 276 niños y 6 personas que se reconocen como parte de la comunidad LGBTIQ, dando como resultado 3.411 personas beneficiadas.