Así es el liderazgo: conozca a Gloria Bermúdez, mujer afrocolombiana que recorre puerta a puerta el municipio de Buenos Aires, Cauca, para conocer de primera mano la situación humanitaria de las mujeres

“Durante el confinamiento de la pandemia muchas mujeres agricultoras no pudimos sacar a vender nuestros productos, lo que aumentó las condiciones de pobreza de las comunidades de mi territorio, pero avivó nuestra solidaridad”, dice Gloria Bermúdez, lideresa caucana, quien asistió a su comunidad ante la escasez alimentaria provocada por la pandemia.

Fecha:

El Cauca es el quinto departamento con más población afro en Colombia y uno de los lugares con mayores niveles de desigualdad entre lo rural y lo urbano.  Esta situación ha obligado a que muchos de sus habitantes busquen la forma de subsistir. La agricultura y la minería son los oficios más comunes que se encuentran recorriendo las vías que atraviesa el municipio de Buenos Aires, de donde es oriunda Gloria.

En esas rutas de la zona, Gloria, una mujer afrodescendiente de 32 años, de mirada profunda y voz firme, madre de dos niñas y un niño, motivada por su don de servir, recorrió a pie y en moto, cuando se podía, las distantes rutas entre casa y casa, de las mujeres que hacen parte de la organización comunitaria que integra. Esos extensos y agotadores recorridos realizados al inicio de la pandemia, le permitieron realizar un mapeo que evidenció la difícil situación humanitaria por la que atraviesan esas comunidades.

En clave de solidaridad 

La Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca, ASOM, es una organización integrada por  más de 300 mujeres del municipio de Buenos Aires y Gloria es una de ellas.  Cuenta con orgullo lo que les ha permitido la organización: “yo soy una mujer empoderada políticamente gracias a ASOM”.  Desde ese espacio y con el panorama que arrojaba el mapeo de la situación humanitaria, Gloria lidera la creación de recetarios ancestrales que consisten en recetas que mejoran y previenen enfermedades respiratorias, fortaleciendo las prácticas ancestrales a través de usos y costumbres e incidiendo en la contención del virus. 

“Tuvimos que elegir: o entrábamos en pánico por el Covid-19 o empezábamos a generar dinámicas de autocuidado ancestral”, dice Gloria. Cuando iban y venían para la entrega de alimentos a las familias afectadas, aprovechaban para educar en el recetario ancestral, enseñando sobre las plantas y sus poderes de sanación, sobre protocolos de autocuidado, sobre autonomía alimentarias, entre otros temas.

En pleno confinamiento lograron construir alianzas estratégicas para aunar esfuerzos y mitigar el impacto que provocaba la pandemia mundial en su comunidad. 

Entretejiendo esperanzas

Acompañadas de esa resistencia propia de las mujeres que han sufrido triple discriminación: por ser mujer, por ser negra, por las brechas económicas, y de la mano de más mujeres, Gloria lidera la alianza con diferentes organizaciones, a través de la iniciativa ProDefensoras de ONU Mujeres financiada por la Embajada de Noruega y en articulación con la Defensoría del Pueblo, para proteger a las mujeres líderes y defensoras de los derechos humanos. Desde ahí trabaja como dinamizadora del protocolo de protección para lideresas, ya que la pandemia empieza a recrudecer otro virus que les acecha: la violencia armada.  “Hemos seguido en la constante lucha de construir y fortalecer protocolos de seguridad para salvaguardar los liderazgos de quienes nos negamos a silenciar la protesta en contra de las acciones inhumanas que están ocurriendo en nuestro territorio”, enfatiza Gloria.

En el marco de ProDefensoras, Gloria y su organización, inspiradas por el talento artístico que esconden sus venas, crean con un enfoque étnico y de género piezas comunicativas que les permitan llegar a la comunidad y generar hábitos de autocuidado y protección, para que las mujeres puedan sentirse acompañadas y escuchadas en medio del encierro. “La paz y seguridad queremos fortalecer, con entornos de cuidado nos vamos a proteger” así suena una de las coplas escritas por Gloria, con la que quieren llegar a esos rincones donde aún no lo han podido hacer. 

El recorrido por las sendas esperanzadoras de su municipio les permitió construir y consolidar un sistema de análisis de contexto y recolección de información con el que han logrado monitorear los riesgos a los que están sometidas las lideresas debido a sus labores a favor de la vida.  Continúan jugándosela por mecanismos de protección y autoprotección comunitaria porque la vida vale la alegría preservarla.

     

.