Mujeres y jóvenes de Sepur Zarco y Vista Hermosa se encontraron virtualmente para compartir experiencias alrededor de la construcción de paz

Con la participación de 50 mujeres de Guatemala y Colombia se llevó a cabo el segundo intercambio de experiencias sobre entornos protectores para el acceso a la justicia

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Crédito: ONU Mujeres 

Con el propósito de compartir experiencias sobre el camino recorrido en términos de justicia, verdad, reparación y no repetición, se reunieron virtualmente 50 mujeres y jóvenes de Sepur Zarco, Guatemala, y Meta, Colombia. El diálogo giró entorno a la importancia de la construcción de paz desde la centralidad de los derechos humanos de las mujeres. 

El evento se realizó en el marco del ‘Modelo territorial de garantías de no repetición y empoderamiento de mujeres y jóvenes para su acceso al SIVJRNR’, que ha sido liderado por ONU Mujeres con el apoyo de la Iniciativa de Promoción de Género y Juventud – GYPI (por sus siglas en inglés) del Fondo de Consolidación de la Paz - PBF (por sus siglas en inglés) del Secretario General de las Naciones Unidas y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 

Las mujeres y abuelas de Sepur Zarco en Guatemala son un referente inspirador para el mundo entero por su búsqueda de justicia ante los crímenes cometidos contra ellas durante la guerra civil guatemalteca. Su búsqueda por la verdad y la no repetición las llevó a desarrollar un modelo de buenas prácticas que les permitió acceder a la justicia y poner de manifiesto las violencias basadas en género de las que fueron víctimas durante la guerra civil de su país, que duró 36 años. El proceso penal llevó a la condena de dos exmilitares por crímenes de lesa humanidad (violación, asesinato y esclavitud) y les concedió a las sobrevivientes 18 medidas de reparación para ellas y sus comunidades. 

Este modelo de litigio de Sepur Zarco resalta la participación de las sobrevivientes de los crímenes que se cometieron durante la guerra civil en su diseño e implementación, el apoyo de grupos de pares, estrategias de protección a las víctimas y medidas de reparación enfocadas en el desarrollo de las comunidades.  Su caso es referencia para las mujeres víctimas del conflicto en Colombia, particularmente para las del municipio de Vista Hermosa en Meta, pues son un ejemplo sobre el camino que emprendieron para obtener justicia restaurativa y avanzar hacia la construcción de paz poniendo los derechos de las mujeres en el centro. 

Durante el encuentro virtual, Demesia Yat, una de las abuelas de Sepur Zarco, comentó que “las medidas de reparación que nos dio la justicia aún las estamos esperando, de eso lo más importante es resolver el problema legal de las tierras, que, si no se resuelve, no vamos a poder recibir las otras medidas de reparación. Nuestra lucha ahora es que nos cumplan, soñamos con la reparación y así poder brindarles una vida diferente a los y las jóvenes de nuestra comunidad”.

Así mismo, Mónica González, quien hizo parte del modelo territorial en Vista Hermosa, Meta, que les ha permitido acceder al Sistema Integral de Justicia y exponer los casos de los que fueron víctimas durante el conflicto interno colombiano, comentó que “hacer parte de este modelo territorial ha sido maravilloso porque nos ha permitido reunirnos con otras mujeres y jóvenes, escuchar nuestros sueños. Permitir, como lo posibilitó este espacio con las compañeras de Guatemala,  que muchas mujeres podamos conocernos, nos empodera sobre nuestros derechos, es darnos cuenta que no estamos solas, que hay mas mujeres que tienen el mismo dolor y que también son víctimas”. 

Al cierre del encuentro virtual, la escritora y activista argentina Rita Segato, reflexionó sobre lo que une a las mujeres y jóvenes de Guatemala y Colombia: “que las mujeres de Sepur Zarco, en Guatemala, y las de Vista Hermosa, en Colombia, puedan hablar en este espacio sobre la construcción de paz y justicia en cada uno de sus territorios, aún siendo lugares tan distintos y distantes, permite crear un sentimiento de colectividad entre mujeres con situaciones semejantes y eso es un logro extraordinario. El desafío para Sepur Zarco sucede después de la sentencia a estos militares, en que se cumpla lo restaurativo; y el desafío en el caso colombiano está en lo que ha sucedido después de los Acuerdos de Paz.  Es un largo proceso”.

 
     

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