CODHES: 28 años apostándole a la paz

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Desde 1992 la organización Codhes ha puesto la investigación al servicio de la paz. Detalles de cómo surgió y trabaja en Nariño esta organización que vela por los derechos de las defensoras de derechos humanos.

Poco después de promulgada la que se conocería como la constitución de los derechos humanos en Colombia, a mediados de 1991, un grupo de intelectuales inició una investigación cuyos resultados serían los cimientos para la creación de lo que hoy se conoce como la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES.

La investigación se basaba sobre uno de los problemas más graves que ha padecido el país en toda su historia: el desplazamiento forzado, una consecuencia directa y trágica de los más de cincuenta años de conflicto armado que, según las cifras de ACNUR, ha causado afectación en la vida de más de ocho millones de colombianos. De acuerdo con cifras de CODHES, en el deaprtamento de Nariño, a julio de 2020 han sido registrados al menos 20 eventos de desplazamiento forzado afectando a 8514 personas provenientes en su mayoría de los municipios de Tumaco, Roberto Payán y Olaya Herrera. Del total, se ha evidenciado la afectación  a 1567 mujeres, especialmente en el municipio de Tumaco. 

A mediados de 2020, CODHES, única organización mixta, se vinculó junto con otras diez organizaciones al programa ProDefensoras, una iniciativa fruto de la alianza de ONU Mujeres con la embajada de Noruega Colombia y en coordinación con la Defensoría del Pueblo, encaminada a trabajar en favor de las mujeres defensoras de la paz, de los derechos humanos, de la vida y del territorio, que han visto incrementados los riesgos para el ejercicio de su labor.

CODHES implementará en el departamento de Nariño acciones encaminadas a la reducción de violaciones a la vida e integridad personal y a la garantía del derecho a la seguridad de las lideresas en 4 municipios del departamento de Nariño, mediante el fortalecimiento de sus capacidades organizacionales, de análisis e incidencia ante las autoridades en políticas públicas y en gestión de medidas de prevención y protección con enfoque de género y étnico.

Marco Romero, director de CODHES, explica el interés de su organización por hacer parte de ProDefensoras: “este proyecto es muy importante para nosotros; siendo esta la primera vez que trabajamos con ONU Mujeres, será un programa que fortalecerá nuestra organización a través de la experiencia del contacto con otras organizaciones que trabajan de manera centralizada en los derechos de las mujeres”.

Las investigaciones de CODHES empezaban a mostrar resultados; se consolidaban cifras, se evaluaban modelos estadísticos y, en todos, aparecían los pueblos indígenas y afrodescendientes y entre ellos las mujeres y las niñas, como los grupos más numerosos y y con mayores perjuicios como consecuencia del fenómeno. Y no solo eso, la tendencia ponía en evidencia que las mujeres y las niñas estaban expuestas a maltrato físico y violencia sexual por encontrarse en un mayor grado de vulnerabilidad.

De ahí en adelante, agrega Romero, “cuando aparece el tema de las mujeres, entramos en contacto con organismos especializados que nos dieron las pistas para la construcción de los enfoques diferenciales”, señalando después que, “siempre nos encontramos con mujeres liderando procesos para visibilizar el desplazamiento, y no solo para enfrentar el conflicto que las perseguía a ellas y a sus familias, sino para buscar caminos que les permitieran la reconstrucción de sus vidas”. 

La relación, entonces, entre CODHES y el trabajo con las lideresas y defensoras de derechos en los territorios estaba ineludiblemente sellada; hasta el punto, que la sinergia les impondría nuevos desafíos por resolver: CODHES y sus organizaciones aliadas comenzaban a desarrollar su trabajo con dos enfoques, étnico y de género, y había que encontrar el mecanismo que permitiera cruzarlos y armonizarlos, “respetando de manera precisa hasta donde llegaba cada ámbito de derechos, ponderando con un principio de favorabilidad las tensiones que surgieran entre los dos marcos de derechos”, explicó Romero.

Los procesos en sí mismos, el trabajo conjunto, las luchas compartidas, el esfuerzo por la visibilización y el reconocimiento de los derechos, llevaron a CODHES a cerrar fuertes compromisos de apoyo, capacitación e incidencia con las organizaciones de mujeres. 

Un elemento importante a tener en cuenta en el contexto histórico en que se desenvuelve CODHES, es la aparición de un hecho nuevo desde el punto de vista territorial. El conflicto interno migró durante la última década de las regiones del norte del país a lugares como el Pacífico colombiano. Las secuelas del conflicto armado por presencia de grupos al margen de la ley eran visibles en departamentos como  Nariño, Cauca y Chocó, asimismo como el panorama para las mujeres lideresas y defensoras de derechos humanos.

Y como describe Ana Cristina Morán, la coordinadora territorial de CODHES en Nariño, del proyecto  del Fondo Concursable para la sociedad civil del programa ProDefensoras “Generando capacidades en las organizaciones y procesos de mujeres del departamento de Nariño para el fortalecimiento de las medidas de prevención y protección con enfoque interseccional de género étnico”, si bien  a la difícil situación  se sumó la pandemia, tampoco fue obstáculo para avanzar en el proceso que se adelanta con ProDefensoras,  que desde un enfoque de género y territorial, CODHES  viene contribuyendo al fortalecimiento de habilidades digitales de las mujeres, através de talleres de capacitación  “aprender a  comunicar  con herramientas digitales” a través de los cuales se han beneficiado  77 mujeres, lideresas sociales, defensoras de derechos humanos y victimas del conflicto armado de los municipios de Tumaco, Barbacosas, Francisco Pizarro  y Pasto.

Y agregó: “También hemos logrado mantener el trabajo y el entusiasmo tanto en el desarrollo de actividades como en las lideresas… Si algo es urgente, es mitigar los riesgos a través de la alerta social y la denuncia pública; eso tiene que hacerse con muchas manos, manos tejiendo redes y elaborando protocolos claros y útiles para la protección”.

Para implementar las acciones en Nariño CODHES estará en territorio de la mano con la “La Comadre, una organización de mujeres afrocolombianas que sufrieron el flagelo del desplazamiento”. La componen 17 organizaciones, 16 localizadas en el municipio de Tumaco y una en Pasto la capital de Nariño. La Comadre se conforma como organización desde el año 2015 que desarrolla sus actividades principalmente en la región del Pacífico Sur del departamento.

Mariela Mesa, señala: “La Comadre no abarca todavía todo el sentir de las mujeres negras a nivel nacional, pero hacemos presencia en el 90% de Tumaco trabajando desde hace años a favor de las mujeres desplazadas como consecuencia del conflicto armado. CODHES nos ha brindado, junto con la Defensoría del Pueblo, todo su apoyo para avanzar en el desarrollo de nuestras actividades y en lograr el reconocimiento pleno con el que contamos hoy- por parte de la Unidad de Víctimas”, que es el organismo nacional encargado de la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas. 

“ProDefensoras nos brinda herramientas para continuar exigiendo que el estado cumpla con sus compromisos y con las condiciones obligatorias de hacerlo con enfoque diferencial… servirá para articularnos y para construir mecanismos propios de protección, como las guardias indígenas, las movilizaciones y el empleo de instrumentos de conectividad y alertas tempranas”, concluyó Marco Romero.

Esta historia  se ha redactado en el marco del programa ProDefensoras que busca proteger la vida de las lideresas y defensoras de derechos humanos en Colombia. Y en la que se visibilizan acciones desde las organizaciones de la sociedad civil como CODHES, que en medio de su labor desempeñan un trabajo de incidencia y empoderamiento con las lideresas y defensoras de derechos humanos en Nariño.  



 
 

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