Mi cuerpo dice la verdad: es solidaridad, dignidad y cuidado

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Por: Ana Güezmes García
Representante País ONU Mujeres Colombia

Las Naciones Unidas conmemoramos el 19 de junio el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, fecha para honrar mundialmente a las víctimas y sobrevivientes, y acompañar a quienes trabajan con valentía para poner fin a este delito, y al  estigma y la impunidad que lo rodean.  La fecha fue elegida para conmemorar la adopción de la resolución 1820 del Consejo de Seguridad  que condena la violencia sexual como táctica de guerra y un impedimento para la consolidación de la paz con efectos devastadores.

Aún hoy, en momentos en los que se han firmado acuerdos de paz alrededor del mundo, hay políticas para la erradicación de este crimen y se suman cada vez más instituciones y personas para defender el derecho a conocer la verdad y obtener justicia, reparación y garantías de no repetición, sigue siendo imperativo poner en el debate público mundial la violencia sexual en el marco de los conflictos para lograr un mundo libre de este delito. 

Colombia es un ejemplo vivo de que la violencia sexual no cesa,. Al 31 de mayo de este año, el Registro Único de Víctimas indica que hay 32.200 víctimas de delitos sexuales, de las cuales el 91% son mujeres y niñas, y esta cifra posiblemente es apenas una pequeña proporción de la realidad . El continuo de las violencias es atroz, ocurre en los conflictos, en el transporte, en las universidades, en las calles y ocurre en los hogares. Con datos del Instituto Nacional de Medicina Legal, solo el año pasado cada día, en promedio, 61 mujeres denunciaron violencia sexual, siendo la mayoría de ellas niñas.

Las voces resilientes de las víctimas de violencia sexual son miles. Está la de Yohandra de la Ruta Pacífica, quien hace un año en el primer Encuentro por la Verdad: ‘Mi cuerpo dice la verdad’, de la Comisión de la Verdad, manifestó: “Que se reconozca que nos organizamos, que resistimos y que seguimos luchando por un país en paz”. A ella y a las demás mujeres y personas LGBTI que participaron, les dijeron la Comisionada Alejandra Miller y Francisco de Roux: “Les vemos, les creemos, les abrazamos, nos importan”. En plural, porque el compromiso de la no repetición y la erradicación de este flagelo es de todas y todos..

Así como Yohandra, está el ejemplo de valentía y resiliencia de la periodista Jineth Bedoya, a quien el pasado 25 de mayo, Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Marco del Conflicto Armado, tuve el honor de acompañar en la cárcel La Modelo: lugar en el que fue secuestrada, torturada y violada hace 20 años. No es Hora de Callar es la campaña con la que Jineth ha puesto el foco sobre las mujeres sobrevivientes, como ella, contando sus historias, poniéndole el rostro a una tragedia que golpea a millones de mujeres alrededor del mundo. Este enorme coraje la hizo merecedora del Premio Unesco de Libertad de Prensa Guillermo Cano 2020. 

Para Jineth, Yohandra y las miles de mujeres víctimas de violencia sexual seguir adelante sin las redes de acompañamiento y las organizaciones feministas y de mujeres, que valientemente y siempre en coherencia con la sororidad, se han articulado para decirle no más al silencio, el lento camino hacia la sanación y la justicia no hubiese sido posible. A ellas: GRACIAS. Porque sembraron la semilla que cobró vida en los territorios. En los que  he conocido en Montes de María a Narrar para Vivir, a Mujeres Sembrando Vida y a las mujeres de la Libertad; a las mujeres de Charalá en Santander; a la Alianza de Mujeres Tejedoras de Vida del Putumayo y las mujeres de El Placer; a la Red de Mariposas de Alas Nuevas en Buenaventura; a la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca y al Colectivo Mujeres Trascendiendo del Norte del Cauca; a MUVICEM en Bogotá, Rosa Blanca, La Comadre, Las Cantadoras del Pacífico, a Mujer Sigue Mis Pasos, a la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales. 

Y esa semilla de vida también ha cobrado sentido afuera, en donde los diálogos de las mujeres colombianas continúan con las mujeres de: Guatemala, la República Democrática del Congo, Kosovo, Perú, Japón, Afganistán, entre otros países, como una comunidad diversa y poderosa de cuidado y cobijo. A todas ellas les decimos desde ONU Mujeres: no están solas, cuando dañan a una, nos ofenden a todas, ofenden a la sociedad en su conjunto.

ONU Mujeres ha acompañado también la presentación de informes desde las organizaciones de mujeres y defensoras ante el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR) y la Corte Constitucional y su demanda ante la Jurisdicción Especial para la Paz de abrir un caso nacional. En abril de 2019, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 2467 (S/RES/2467 (2019), que reconoce la necesidad de adoptar un enfoque centrado en las y los sobrevivientes para prevenir y atajar la violencia sexual en situaciones de conflicto. La resolución fue aprobada a raíz de las declaraciones de los premios Nobel de la Paz, Denis Mukwege y Nadia Murad, que pidieron al Consejo de Seguridad medidas concretas para garantizar la justicia, incluidos mecanismos de reparación, para las y los sobrevivientes.

El Secretario General de la ONU ha hecho un llamado al alto al fuego dentro del marco de la pandemia de COVID-19 incluyendo un cese inmediato de la violencia de género y sexual.

Para que los casos de violencia sexual no se sigan repitiendo en el país, se tiene ya un camino trazado, posible y cargado de esperanza: un acuerdo de paz que es emblema en el mundo en términos de participación y empoderamiento de las mujeres. Una paz sostenible que se construye sobre el piso de la dignificación, como el contramonumento de Doris Salcedo, Fragmentos, un espacio de memorias donde los fusiles se silencian, el dolor se martillea y las víctimas hablan y sonríen..

 

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