Juntas salvamos vidas, proyecto financiado por el CERF en Chocó y Nariño, hizo su cierre oficial
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Este miércoles en Quibdó, Chocó, más de 60 mujeres de Chocó y Nariño se encontraron para intercambiar experiencias sobre su participación en Juntas salvamos vidas, iniciativa que logró dar respuesta a la crisis humanitaria por el COVID-19 apoyando a organizaciones de mujeres para mitigar el impacto en sus vidas de la pandemia.
institucionalidad departamental y local de Nariño y Chocó.
‘Juntas salvamos vidas: reconociendo las voces resilientes de las mujeres de Nariño y Chocó’, una iniciativa financiada por el Fondo Central de Emergencias de las ONU (CERF, por sus siglas en inglés) y ejecutada durante los últimos dos años por ONU Mujeres y sus organizaciones aliadas en territorio, permitió incorporar la atención diferenciada a mujeres en contextos de emergencia humanitaria para que avancen en estrategias de mitigación y respuestas a las violencias basadas en género.
Entre los resultados más notables de la iniciativa, está el trabajo con 17 organizaciones locales y regionales de mujeres permitiéndoles el acceso a herramientas y capacitaciones sobre atención a las violencias basadas en género (VBG), 220 mujeres de las organizaciones lograron formarse en la toma de decisiones humanitarias, la entrega de kits de resiliencia a mil mujeres para atender su situación humanitaria y el apoyo que recibieron 460 mujeres para fortalecer sus emprendimientos.
El espacio de cierre del proyecto estuvo acompañado, además de las participantes de Nariño y Chocó, por institucionalidad departamental y local, así como agencias del Sistema de Naciones Unidas.
De acuerdo con Patricia Fernández-Pacheco, Representante Adjunta de ONU Mujeres en Colombia, “son las mujeres las que están en la primera línea de respuesta de lo comunitario hasta la incidencia que pueden hacer con sus organizaciones frente a la institucionalidad. En este evento de cierre justamente reconocemos el compromiso de todas las participantes y de sus organizaciones por seguir contribuyendo al empoderamiento de las comunidades y transferir todas las lecciones aprendidas sobre el abordaje de las violencias basadas en género”.
El proyecto en el caso del departamento de Chocó se implementó en los municipios de Quibdó, Carmen del Darién, Riosucio, Alto Baudó, Medio Baudó y Bajo Baudó. Allí las medidas de aislamiento durante la pandemia generaron el incremento en casos de VBG y violencia intrafamiliar y limitaciones en el acceso a derechos sexuales y reproductivos. La iniciativa brindó a las mujeres la oportunidad de avanzar con sus emprendimientos, beneficiando a 150 mujeres y 567 personas que hacen parte de su núcleo familiar.
Por su parte, Claudia Rodríguez Burrell, jefa del Equipo de Asistencia Humanitaria de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), comentó que “debemos resaltar la resiliencia de las mujeres que siguen adelante y se movilizando para apoyar a otras mujeres que están sufriendo en silencio. En ese sentido la intervención del CERF ha sido importante porque apoya sus esfuerzos en un ámbito que es muy complicado y les da la posibilidad de tener conocimientos para atender temas de violencia contra ellas”.
Para el caso del departamento de Nariño la iniciativa se implementó en Tumaco, Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, en donde, según datos oficiales, el 52% de personas afectadas por desplazamientos forzados para 2022 eran mujeres, así como 92 mujeres víctimas de delitos contra la integridad sexual.
Yaila Mena, una de las participantes del proyecto, comentó que “las mujeres aprendimos que nada justifica la violencia contra nosotras y eso lo aprendimos con el proyecto: que haciendo alianzas podemos aprender a cuidarnos, que juntas podemos liderar. Caminando juntas, no una detrás de otra sino de igual a igual somos capaces de sacar adelante el territorio de Chocó”.
A su turno, Luz Iliana Carpio, igualmente participante de Juntas salvamos vidas, comentó que “fue muy importante ir a las comunidades afro e indígenas y abordar el tema de violencias contra las mujeres. Estos proyectos ayudan a que más mujeres alcen su voz y es importante que sigan llegando a más mujeres y territorios”.
Juntas salvamos vidas focalizó sus acciones, además de Colombia, en Bangladesh, Palestina, Camerún, Etiopia y Myanmar avanzando en la prevención de violencias, el empoderamiento de las mujeres y las niñas, la búsqueda de alternativas para su autonomía económica y la garantía de sus derechos en contextos marcados por las emergencias de tipo humanitario derivadas del conflicto armado y desastres naturales.
