En Nariño los hombres son actores clave para avanzar hacia la igualdad

En el departamento de Nariño se implementa estrategia para promover y prevenir la violencia contra las mujeres y niñas involucrando a los hombres en escenarios públicos y privados como aliados de la igualdad de género

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Crédito: ONU Mujeres -Corporación Hombres en Marcha- elaboración del mural Soy un Padre Ejemplar 

Durante la pandemia por COVID-19 se han generado afectaciones sociales, políticas y económicas que han agudizado las problemáticas en torno a las tareas de cuidado y las consecuencias en la seguridad y bienestar de las mujeres al interior de los hogares, pero también oportunidades para que los hombres se involucren en la prevención de violencias basadas en género, la corresponsabilidad en los ámbitos familiar, laboral y social para el bienestar, no solo de ellos, sino también  de las mujeres, niñas y niños.

Precisamente estos aspectos han sido abordados en el proyecto “La paternidad comprometida en la incidencia y el sector público/privado en Colombia”, una alianza entre ONU Mujeres y Promundo, con el apoyo de la Embajada de Suecia, y el cual tiene como objetivo generar un ambiente favorable en el sector público y privado para promover los cuidados por parte de los hombres y el empoderamiento de las mujeres. 

Gracias al trabajo que implementa la Corporación Hombres en Marcha, en articulación con la Gobernación de Nariño y la Alcaldía de Pasto, se construyó participativamente con actores clave un documento de lineamientos técnicos que recomienda acciones de incidencia, respuesta social, comunitaria y pública para aportar al reconocimiento, reducción y redistribución de las tareas de cuidado involucrando a los hombres, las cuales serán lideradas desde los mecanismos de género de Nariño.

“Es importante que los hombres empecemos a vincularnos a estos temas, también nos corresponde hacer cosas, desde la vida cotidiana, para promover que todo sea más igualitario y que nuestros hijos e hijas crezcan en un ambiente más sano”, Juan Cerón, participante del proyecto en Pasto.

Así mismo, y con el fin de involucrar a la comunidad, se ha desarrollado una estrategia comunicativa que convoca a líderes y lideresas en la validación y réplica de un juego lúdico tipo lotería llamado “Jugando por igual: hombres, roles y cuidados”, a través del cual se promueven reflexiones frente al papel de los hombres en la paternidad, salud sexual y reproductiva, prevención de violencias basadas en género, salud mental y economía del cuidado. 

Sumado a esto, se han generado alianzas con el Comité de Violencias Basadas en Género del Departamento, instancia que vincula a las entidades respondientes en la ruta de atención a mujeres víctimas de violencias desde los sectores de salud, justicia y protección para la difusión de esta estrategia en los 64 municipios de Nariño, con mensajes que invitan a los hombres a compartir la crianza de sus hijos e hijas desde el afecto, proteger su salud, involucrarse en las tareas domésticas y resolver los conflictos de manera pacífica, como acciones para prevenir las violencias contra las mujeres y niñas.

“Las violencias se han incrementado hacia las mujeres y nosotros como jóvenes tenemos también muchos retos para empezar a trabajar en la prevención, por eso nos unimos a este proyecto porque sentimos que nos da herramientas para seguir trabajando como jóvenes en el territorio”, David Villota, líder juvenil de Ipiales. 

La estrategia departamental se articula también con acciones de fortalecimiento a la Mesa Nacional de Masculinidades por la Igualdad de Género, en donde organizaciones sociales a nivel nacional y territorial, como la Corporación Hombres en Marcha, trabajan en el impulso de masculinidades transformadoras.

Estas iniciativas permitirán contrarrestar impactos desproporcionales que han sufrido las mujeres, y se han agudizado durante la pandemia, considerando que, en Nariño, según el Observatorio de Género (2020) “las mujeres destinan en promedio 54,66 horas de su semana a actividades domésticas y de cuidado no remunerado (oficios del hogar y cuidado de niños, niñas y personas discapacitadas), mientras que los hombres sólo designan 24,87 horas”, lo cual afecta directamente su autonomía económica.

 
     

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