Se adelantó primer acercamiento investigativo en género con enfoque territorial en la cordillera nariñense
Se realizó el acercamiento en cuatro municipios de la cordillera nariñense para conocer los pensamientos y creencias que mantiene la comunidad frente a la discriminación y violencia contra mujeres y niñasFecha:
Este es el primer estudio que se hace con enfoque territorial, el cual permitirá el desarrollo de estrategias de tipo social que tengan como fin la igualdad de género en el marco de la construcción de paz.
En estos municipios, las comunidades han presenciado diariamente el conflicto armado, situación que ha reforzado la construcción de masculinidades hegemónicas y patriarcales, o más conocidas como machistas, generando violencias y discriminaciones basadas en género.
El acercamiento investigativo arrojó pensamientos de discriminación hacia las mujeres, en los ámbitos laborales y en escenarios públicos de recreación. Los hombres en cambio por la fuerza física, desde la infancia tienen más oportunidades para vincularse en las tareas del campo, sin embargo, la relegación de las mujeres en el entorno privado les ha impedido desarrollar las habilidades para poder realizar este tipo de trabajos, disminuyendo sus posibilidades de desarrollo económico.
En el Caso del municipio de Leiva, las comunidades señalan que los hombres se dedican a labores del campo 2 ó 3 días a la semana, y el resto de tiempo libre lo utilizan para la recreación, especialmente en el parque principal; mientras que las mujeres tienen delegada la crianza de los hijos e hijas, las tareas del hogar, y se “rebuscan” el sustento en actividades adicionales, generando sobrecarga laboral (doble y triple jornada de trabajo), y las actividades de recreación no son una opción para ellas.
En cuanto a la educación se conoció que se da mayores libertades a niños para su desenvolvimiento en entornos públicos, promoviendo actividades de diversión y recreación con pocas restricciones; mientras que a las niñas se las cobija con medidas de cuidado y protección como limitar su permanencia en la calle, y propender que se ocupen de las labores de la casa, pues se conoce que se exponen a situaciones de violencia y/o embarazos no deseados.
A pesar de los pensamientos encontrados, las comunidades expresaron su rechazo a las situaciones de violencia contra las mujeres, y por el contrario manifestaron el total interés por ser parte de los procesos que conlleven a la construcción de nuevos imaginarios colectivos, donde los roles de mujeres y hombres sean compartidos e igualitarios.