La guerra no tiene nombre de mujer en la Filbo

La Nobel de Literatura 2015, Svetlana Alexievich, conversó con Laura Restrepo en la franja organizada por ONU Mujeres

Fecha:

svetlana alexievich
Svetlana Alexiévich, ganadora del Premio Nóbel de Literatura en 2015 por su libro “La Guerra no tiene Rostro de Mujer” inició ayer la reflexión de la franja Mujeres: narrativas de la guerra a la paz, una iniciativa de ONU MUJERES y la Feria Internacional del Libro de Bogotá con el apoyo de las Embajadas de Noruega y Suecia.

Laura Restrepo conversó con la Nóbel bielorrusa sobre las historias y los personajes de sus libros así como su experiencia personal. “En mi país no puedo dar entrevistas como estoy haciendo aquí, pero no me importa, cuando salgo a la calle la gente me abraza y me da las gracias; me dicen que yo les he dado voz”. El evento, también formó parte de la franja Conversaciones que Cambiarán la Vida que este año estará centrada en el tema Fin y Principio a raíz de los posibles acuerdos de la paz en nuestro país.

panel nobel
La academia Sueca concedió el Nóbel a Svetlana el pasado año por “su obra polifónica, que es un monumento al valor y al sufrimiento de nuestro tiempo”. En el Auditorio José Asunción Silva de Corferias, tomando su relato como punto de partida, la galardonada exploró las narrativas de las mujeres en la guerra colombiana. Cuentí que las historias de la guerra narradas por las mujeres nunca hablan de heroísmo: “me decían que matar da miedo, que no hay nada de heroico en eso”. En lo que lleva recorrido de Colombia, ha recogido experiencias y testimonios de mujeres que reflexionan sobre el conflicto armado o lo han vivido en carne propia, en un ejercicio de visibilización de los impactos de la guerra sobre la vida de las mujeres y sus invaluables aportes a la construcción de paz. Para la Nóbel bielorrusa “vivimos en un mundo muy banal y la labor del escritor es precisamente sacar a la gente de la banalidad y plantearles una meta mucho más alta en la vida, siempre del lado de la bondad y el amor”.

En los testimonios recogidos durante la Segunda Guerra Mundial y la catástrofe de Chernóbil, la periodista y escritora escuchó a mujeres que le hablaron de la muerte y de la necesidad del amor: “la vida es mucho más que la guerra”, dijo ante las más de 800 personas que llenaron el auditorio.