Conversatorio sobre la experiencia de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas

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Conversatorio Maria Emma Wills
Maria Emma Wills, investigadora de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, y Belén Sanz, Representante de ONU Mujeres en Colombia. Foto: ONU Mujeres
Con la participación de María Emma Wills, investigadora de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, se llevó a cabo el conversatorio sobre la experiencia y los principales resultados, retos y desafíos de los informes de esta Comisión, el pasado 5 de junio de 2015, con la asistencia de representantes de organizaciones de la sociedad civil y de la cooperación internacional en Colombia.

La Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, fue creada por un Acuerdo entre los representantes del Gobierno Nacional y los delegados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en 2014 por la Mesa de Diálogos de La Habana, La Comisión fue conformada por doce expertos, 11 hombres y una mujer, con la misión de producir un informe sobre los orígenes y las múltiples causas del conflicto.

María Emma Wills comenzó su exposición reconociendo el trabajo que en el marco del conflicto armado han realizado las organizaciones de mujeres para visibilizar y narrar lo que ha ocurrido y ocurre a las mujeres en el contexto de la guerra, a través de encuentros, informes y documentaciones. En este contexto surgen también esfuerzos institucionales como los realizados por el Grupo de Menoría Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación y posteriormente -con lo ordenado por la Ley de Victimas de 2011- con el Centro Nacional de Memoria Histórica.

Insistió en la necesidad de recoger los aprendizajes que estas experiencias han dejado y que cobran importancia de cara a lo que será la Comisión de la Verdad, anunciada por la Mesa de Conversaciones de la Habana, el 4 de junio de 2015, entre ellos:

  • Mantener la autonomía de los comisionados/as, frente a los partidos políticos, el gobierno y los grupos armados.
  • Lograr que los comisionados/as tengan prestigio y autoridad impecable.
  • Elegir figuras que permitan aglutinar más que dividir, personas que tiendan puentes, entre diferentes sectores.
  • Que haya representación territorial en estos comisionados/as.
  • Que se defina una metodología clara de trabajo y de participación, lo cual ayudará a blindar los resultados.
  • La complejidad y diversidad del conflicto armado en el país, si bien permite presentar un panorama general, no permite hacer generalizaciones, de ahí la importancia de la etnografía y los casos ilustrativos.

Para la incorporación de la perspectiva de género, si bien la transversalidad sería lo indicado, en la práctica y por los propios sesgos de los investigadores, es casi inviable, por lo que cobran sentido los informes específicos sobre la situación de las mujeres, señaló Wills. 

Los informes o casos a documentar tendrían que:

  1. Mostrar la variación regional, a partir de las particularidades de los grupos armados, el andamiaje institucional y los repertorios de violencia. Lo que está en juego en la guerra, es el orden social, no sólo la presencia y el poder territorial o el control sobre los corredores comerciales o de tráfico, señala la investigadora. Son ejemplos los ataques a mujeres liderezas en Portete (Guajira), como estrategia de guerra y control, por el significado que las mujeres y su liderazgo tiene en esa comunidad.
  2. Ser una estrategia de pedagogía. Que permita visibilizar la dinámica del conflicto, pero más aún que brinde herramientas que permita entender la complejidad de la violencia y el arraigo en prácticas culturales, muchas de ellas contra las mujeres. Lo cual implica cambios sustanciales con la sociedad en su conjunto. Un ejemplo de esto es el caso de Hernán Giraldo que utilizó el derecho de pernada, una práctica colonial presente aún hoy en día en la zona del Caribe, la cual es legitimada socialmente en algunos casos. Transformar estos imaginarios son apuestas para las garantías de no repetición.
  3. Reconocer el legado de las organizaciones, para generar y comprender el conflicto. Al respecto, generar espacios donde cada organización pueda poner en evidencia lo que encontró y desde allí, cómo se avanza a partir de lo hecho.

Para finalizar María Emma Wills realizó una descripción de la construcción de su informe para la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, ubicando los orígenes de la violencia en las luchas del poder partidista del siglo XIX y como estas divisiones tuvieron particularidades regionales, con implicaciones concretas en el proyecto Nación.